Fernán Pérez de Guzmán

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Sobrino de Pero López de Ayala y señor de Batres, es ante todo un hombre del infante don Fernando de Aragón y el constructor de un marco de producción letrada vinculado a la histroriografía. En este sentido destacan dos obras:

1. El Mar de historias.

Se trata de una fiel traducción del Mare historiarum, colección de biografías del dominico Giovanni della Colonna, al que le añade algún capítulo más una serie de amplificaciones provenientes del Planeta de Diego de Campos.

Escrita a mediados del siglo XV e impresa en Valladolid en 1512, se compone de tres partes:

1. De los emperadores, e de sus vidas, e de los príncipes gentiles e católicos.
2. De los sanctos y sabios e de sus vidas e de los libros que ficieron.
3. Generaciones, semblanzas e obras de los excelentes reyes de España don Enrique III y don Juan II, y de los venerables prelados e notables caballeros que en los tiempos destos nobles reyes fueron. Esta tercera parte, única original de la obra, fue desglosada por el editor Lorenzo Galíndez de Carvajal en 1517 y desde entonces corre como libro independiente.

2. Generaciones y semblanzas.

Con esta colección de treinta y cuatro retratos biográficos fijaba Pérez de Guzmán su postura respecto a su época, a la vez que se explicaba y explicaba a sus coetáneos las razones de la decadencia de Castilla.

El motivo de la composición se da en el prólogo, que es demoledor contra la labor cronística bajo Juan II:

Por lo cual yo, temiendo que en la estoria de Castilla del presente tienpo aya algunt defeuto, especialmente por non osar o por complazer a los reyes (...), no en forma e manera de estoria, que, aunque quisiese, non sabria, e si supiese no esto ansi instrituido nin enformado de los fechos como era nesçesario a tal acto, pense, de escriuir como en manera de registro o memorial de dos reyes que en mi tiempo fueron en Castilla la generaçion de ellos e los senblantes y costunbres dellos e, por consiguiente, los linajes e façiones e condiçiones de algunos grandes señores, perlados e caualleros, que en este tienpo fueron.

Las conclusiones se recogen al final de la biografía de don Álvaro de Luna, que es la que cierra la obra:

1. E ansi, concluyendo, digo mi parecer: que de todos estos males fueron cabsa los pecados de los españoles, ansi de auer un rey remiso e negligente, como de un cauallero auer tanta presunçion e osadia de mandar e gouernar tan grandes reynos e señorios, non escusando la cobdiçia de los grandes caualleros.
2. Ca mi gruesa e material opinion es esta: que nin buenos tenporales nin salud non son tanto prouechosos e nesçesario al reyno, como justo e discreto rey, porque es prinçipe de paz, e nuestro Señor, cuando se partio de este mundo, en su testamento e postrimera voluntad no nos dexo sinon la paz.

NOTA:

Cito por Fernán Pérez de Guzmán. Generaciones y semblanzas. Edición y notas de J. Domínguez Bordona. Madrid, Espasa-Calpe, 1941.

Enlaces externos:

1. Luis Fernández Gallardo. Disidencia política y nuevos valores nobiliarios en Generaciones y semblanzas.
2. Robert Folger. Noble subjects: Interpellation in Generaciones y semblanzas and Claros varones de Castilla.
3. Lucia Harrison. Un poeta a caballo entre dos siglos: Fernán Pérez de Guzmán.
4. Mercedes Vaquero. Cultura nobiliaria y biblioteca de Fernán Pérez de Guzmán

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