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Castigos y documentos del rey don Sancho

De Wikillerato

Revisión a fecha de 13:54 6 ago 2008; Laura.2mdc (Discutir | contribuciones)
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Con esta obra Sancho IV pretende inspirar un particular sistema político, alejado del de su padre, pero coincidente en todo lo relativo a su autoridad como rey. El monarca aparece no sólo como magister que comunica un saber fundamentalmente religioso, sino como puente entre Dios y el mundo:

(...) por ende, para mientes a los castigos que te yo agora daré e verás en ellos que no son tan sola mente castigos para la tu carne, mas son castigos que te faze el tu padre çelestial para la tu alma e yo te los ensenno por Él. (1)

Del texto se han conservado cuatro manuscritos en dos ramas:

  1. La más cercana al original, que se compone de 50 capítulos.
  2. La ampliada, de 90, que se fijó a mediados del siglo XIV. Ésta se caracteriza por la eliminación de citas latinas y por la apreciación de los elementos narrativos en detrimento de los éticos y doctrinales.

Castigos es un speculum principis, que, al tiempo de instruir a un joven infante, pretende sobre todo limpiar la imagen negativa que de Sancho IV hubiera podido correr por Castilla tras la rebelión contra su padre.

Al adoptar la forma de amonestación paterna al hijo, no estamos lejos del modelo del Lucidario, si bien aquí el receptor es mudo. Por el contrario, la figura del rey no se limita a ser la voz que une los diversos niveles del relato, sino que aparece en las diversas partes de la obra:

  1. En el prólogo (2) y en el capítulo L (3) se muestra como quien la encargó.
  2. En otros momentos, su figura surge como un verdadero colaborador en el relato. Así, en el capítulo XV, agrega un ejemplo tomado de la historia de su familia (4) y, en el XIX, añade un relato milagroso que le contó el protagonista del acontecimiento, Juan Corvalán.

Habitualmente, se considera que la obra carece de un esquema estructurador (por lo que cada capítulo pudiera leerse como un tratadito filosófico-moral perfectamente definido, sin relación apenas con los anteriores o con los posteriores); sin embargo, Gómez Redondo propone el siguiente:

Castigos tuvo que pensarse como una suma de cinco secuencias de diez epígrafes, en ese afán por configurar un orden de armonía que dependía esencialmente de la sumisión del rey a Dios (A: caps. 1-10) y de las virtudes con que Dios premia a ese determinado monarca (B: caps. 11-20) (...) Los caps. 21 a 30 (C) exponen las virtudes religiosas de que se adorna tal reino, correspondiendo a los caps. 31-40 (D) la ordenación de las cualidades morales. Un último plano, que cubre los caps. 41-50 (E), concreta ya el modelo de sociedad que ha de surgir de las líneas anteriores, trazándose en este caso un ambicioso proyecto de corte caballeresca, en la que la dimensión espiritual importa más que la humana (...) (5)

Para Carlos Alvar, el sistema de elaboración del libro sigue de cerca el método alfonsí: sobre las enseñanzas de la Biblia, se acumulan comentarios y glosas de los más variados orígenes.

En cuanto a las fuentes, hay aproximadamente 91 citas, de las que:

  1. 77 corresponden al texto sagrado (65 del Nuevo testamento y 12 del Antiguo),
  2. 8 a historias profanas
  3. 3 a vidas de Santos,
  4. 2 a las Decretales y
  5. 1 al Fuero de Castilla.



NOTAS:

(1) Castigos del rey don Sancho IV. Edición, introducción y notas de Hugo Óscar Bizzarri. Madrid, Iberoamericana, 2001, capítulo 1 (p. 75).

(2) E, por ende, nos el rey don Sancho (...) con ayuda de çientíficos sabios ordené e fize este libro para mi fijo e dende para todos aquellos que del algund bien quisieren tomar e aprender (...).

(3) E nos, el rey don Sancho, que fezimos este libro (...).

(4) Para mientes en lo que le contesçió al rey don Fernando (...). Además, este capítulo es especialmente interesante porque justifica su acceso al trono: E nos, el rey don Sancho, que fezimos este libro, heredamos los regnos que auíe nuestro padre el rey don Alfonso por que el Infante don Ferrnando era mayor que nos, seyendo él casado e auiendo fijos, murió grand tienpo ante que el rey nuestro padre finase. Ca si él vn día visquiera más que nuestro padre, non ouiéramos nos ningund derecho en el regno. Mas ordenamiento fue de Dios que fuese así. E a lo que Él ordena non puede nin deue pasar ninguno contra ello, ca Él es aquel que sabe qué es lo que faz.

(5) GÓMEZ REDONDO, Fernando. Historia de la prosa medieval castellana, I. Madrid, Cátedra, 1998, p. 939.

Enlaces externos:

  1. Castigos y documentos del rey don Sancho.
  2. BIZZARRI, Hugo Óscar. Castigos del rey don Sancho IV. Una bibliografía.


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