Los métodos en las ciencias humanas.

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Introducción

Una de las áreas más importantes del conocimiento es estudiarnos a nosotros mismos como personas y seres sociales, éste es el valor pragmático de las ciencias sociales.

Tenemos una curiosidad innata por comprender lo que hacemos, ya que en nuestra actividad cotidiana somos a la vez actores y espectadores. La Psicología, Antropología, la Economía y la Sociología son estudios sistemáticos del comportamiento humano dentro de un contexto cultural, que es la preocupación central de las ciencias sociales.

Todas ellas tienen como objeto de su estudio al ser humano, y este objeto complejo nos plantea una serie de preguntas tales como:

1. ¿Qué clase de conocimiento podemos alcanzar sobre nosotros mismos?
2. ¿Cuáles son los mejores métodos que podemos usar?
3. ¿Qué problemas conlleva el hecho de que el objeto de estudio seamos nosotros mismos?
4. ¿Deben imitar las ciencias sociales los métodos de las empíricas?

A estas preguntas se puede responder a través de nuestra propia experiencia. Todos hemos observado diferentes costumbres y diferentes culturas, ya sea viajando, en las noticias de los medios de comunicación, documentales etc. También en nuestro propio entorno cultural podemos hacer la experiencia de ser actores y observadores, relatando o escribiendo el comportamiento de nuestros compañeros de instituto o colegio, en el aula, en la cafetería, en las fiestas, excursiones de fin de semana, viajes de fin de curso, en la propia familia etc.

Esta experiencia requiere una observación bastante imparcial y un registro de datos, anotar los distintos puntos de vista y reflexionar sobre aquellos en los que se mezcla la subjetividad de las apreciaciones, para comprender la diferencia entre ser actor y espectador.

También podemos interpretar el uso social de determinadas expresiones metafóricas tales como:

• “Ande yo caliente, ríase la gente”.
• “A Fulano se le fue la olla”.
• “El muerto al hoyo, y el vivo al bollo”.
• “Mi amiga hila muy fino”.
• “Se pone en marcha la renovación económica del país”.
• “Hay que ser un lince para que no te engañen”.
• “No te tires el “rollo”.
• “Vota, para que nadie decida por ti”.

La reflexión sobre estas expresiones metafóricas de la sabiduría popular, no es sólo un juego entre los que hablan y escuchan, es una manera de entender conceptos como: cultura, sociedad, comunicación.

De este modo podemos llegar a comprender que las distintas culturas pueden tener características que las identifican y las diferencian de otras.

Otra estrategia es reflexionar sobre la verdad o certeza de determinadas generalizaciones obtenidas a partir de sondeos realizados en la población. Algunos ejemplos pueden ser:

• “Es probable que la gente fume si sus padres fuman”.
• “Los hijos de padres alcohólicos suelen ser también alcohólicos”.
• “El comportamiento sexual es más social que instintivo”.
• “La ausencia de valores en la educación fomenta la agresividad y violencia en la sociedad”.

¿Hasta qué punto pueden ser fiables? Enseguida se aprecia la necesidad de definir los términos claves como drogodependencia, alcoholismo, comportamiento sexual, valores, agresividad etc., y recoger más datos e información.

Un método muy lúdico y de gran utilidad, es analizar la manera de buscar pareja a través de Internet. Las personas que desean encontrar pareja o una nueva amistad, rellenan un cuestionario sobre sus características personales, edad sexo, situación preferencias y aficiones, grado de educación, carácter etc. La computadora busca dentro de sus archivos y da como resultado los nombres de los posibles compañeros.

A partir de esta información, podemos organizar un debate sobre las citas por Internet y los noviazgos o encuentros tradicionales, en las grandes ciudades o en los núcleos más pequeños de población.

Hasta aquí, nos puede parecer que las ciencias sociales son una especie de juego; es el momento de explicar que son ciencias y los métodos que utilizan.

El método hipotético-deductivo y las ciencias humanas

Algunas ciencias sociales, utilizan el método hipotético – deductivo, pero este método no es siempre el más adecuado por varias razones:

1. La imposibilidad de repetir los fenómenos para poder observarlos mejor. Un fenómeno económico,- una inflación, por ejemplo, no se puede repetir a voluntad del economista.
2. Como consecuencia de lo anterior, la verificación de las hipótesis es muy difícil de realizar. Si un sociólogo establece que la falta de ideales en la juventud se debe al consumo de drogas, no se puede atiborrar de drogas a los jóvenes para verificar la hipótesis.
3. La matematización de las leyes es en general muy difícil o casi imposible. Se puede usar en Economía y en algunos aspectos de la Psicología, por ejemplo para medir los límites de la percepción, pero en la mayor parte de los casos no es posible.

Por estas razones, las ciencias sociales desarrollan métodos cualitativos, como la observación participante en Antropología Social, en la que el antropólogo realiza entrevistas a la comunidad que pretende estudiar, registra los datos de sus informadores, analiza su lengua, sus costumbres, y las compara con los datos de otras culturas.

Método de la observación participante. Malinowski

El método de la observación participante, tiene su origen en Bronislaw Malinowski, (1884 – 1942), - antropólogo polaco considerado uno de los más importantes en la historia de la antropología - que lo utilizó con éxito a principios del siglo XX, para conocer el sistema de vida de los pueblos situados en las islas existentes entre Nueva Guinea y la parte norte de Australia. Un buen ejemplo de este método lo encontramos en su importante libro Los argonautas del Pacífico Occidental:

Esquema de observación participante de una comunidad indígena:

1. Elegir una comunidad representativa.
2. Recoger la máxima información previa sobre ella.
3. Buscar informantes.
4. Aprender su lengua.
5. Establecer hipótesis y conjeturas.
6. Elaborar un esquema teórico – práctico de actuación.
7. No limitarse al análisis de las formas externas de las cosas, buscar su contenido en aspectos ocultos o latentes.
8. Preocuparse tanto de los hechos de la vida diaria como de los hechos sociales de mayor relieve tales como: relaciones de parentesco, tareas, vestidos, adornos, explotación de los recursos naturales, industria, artesanía, ciudades y edificios, organización del comercio, de la familia, del territorio, la estratificación social, la organización política, el estatus social etc.
9. Distinguir entre observación e interpretación.

En síntesis, la observación participante se podría resumir en palabras del antropólogo Melvilla J. Herskovits: “Observa lo más que puedas, participa en todo lo que te permitan y arregla tus experiencias discutiéndolas formal e informalmente con nativos lo más que puedas”

Sin embargo, las ciencias sociales no pretenden únicamente explicar los hechos, sino también comprenderlos, captar su sentido, para lo cual es necesario situarse dentro, ponerse en el lugar del otro, traduciendo como si tratáramos de entender una lengua extranjera. El antropólogo Robert Redford lo explica de la siguiente manera: “el científico social debe tener la habilidad de entrar imaginativa y audazmente, y, al mismo tiempo en forma autocrítica, en aquel segmento de la comedia humana por el que se ha llegado a preocupar científicamente. Por un lado debe convertirse en parte de las relaciones humanas que estudia mientras se distancia un poquito para poder suspender el juicio sobre el valor de sus primeras percepciones”.

Método estructural. Levi Strauss

Levi Strauss, Claude (1908), uno de los antropólogos más conocidos y respetados en la actualidad, en su obra Sociología, Psicología y Antopología cultural afirma:

“La antropología tiende al conocimiento global del hombre en toda su extensión histórica y geográfica, aspirando a un conocimiento aplicable al conjunto del desarrollo humano, desde los homínidos a las razas modernas y que tiende a conclusiones positivas o negativas, pero valederas para todas las sociedades humanas desde la gran ciudad moderna hasta la pequeña tribu melanesia”.

Levi Strauss propone un método estructural en la Antropología, persuadido de que las diferentes culturas de los seres humanos, sus conductas, esquemas lingüísticos y mitos revelan la existencia de patrones comunes a toda la vida humana.

Método de la Sociología

La Sociología por su parte, recurre a sondeos y encuestas para alcanzar las normas y convenciones del grupo que estudia o de una determinada sociedad.

Las reglas sociales se conectan con lo que tiene o no tiene sentido; las acciones expresan creencias y valores ligados a las reglas y normas de la sociedad en la que se vive. Cuando comprendemos estas reglas podemos entender los patrones de significado y creencias que modelan la vida de la gente que vive de acuerdo con ellas.

Gunnar Myrdal (1898 – 1987), - eminente economista y sociólogo sueco que ha investigado la pobreza en las naciones, el equilibrio monetario, los problemas del subdesarrollo y de la población negra norteamericana, así como las relaciones de las naciones desarrolladas con las de tercer mundo -, afirma: “El problema metodológico fundamental que enfrentan las ciencias sociales hoy en día es qué es la objetividad y cómo se puede evitar tener un punto de vista influido o por lo menos reconocerlo para que sus efectos sean tomados en cuenta”.

Teoría crítica de la metodología

Por último es importante conocer un enfoque metodológico distinto representado por la teoría crítica desarrollada por los sociólogos y filósofos de la escuela de Frankfurt, Theodor Adorno, Herbert Marcase y Jürgen Habermas. Según estos autores, las ciencias sociales no sólo deben explicar y comprender los hechos sociales, sino también criticarlos. El principal interés de las ciencias sociales, es liberador: alcanzar una racionalidad crítica y emancipadora.