La Escolástica. Santo Tomás
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La'' cuarta vía'' se deduce de la '''jerarquía de valores''' que encontramos en las cosas, está inspirada en Platón, San Agustín y en el Monologium de San Anselmo. La bondad, veracidad, nobleza y otros valores se dan en unas más que en otras. Este más y menos, se dice respecto de un máximo, que es su causa. Es decir llamamos Dios a la causa, al máximo de esos valores que se dan en las cosas en mayor o menor grado. De los grados de perfección en los seres, a la Perfección suma, que es Dios. | La'' cuarta vía'' se deduce de la '''jerarquía de valores''' que encontramos en las cosas, está inspirada en Platón, San Agustín y en el Monologium de San Anselmo. La bondad, veracidad, nobleza y otros valores se dan en unas más que en otras. Este más y menos, se dice respecto de un máximo, que es su causa. Es decir llamamos Dios a la causa, al máximo de esos valores que se dan en las cosas en mayor o menor grado. De los grados de perfección en los seres, a la Perfección suma, que es Dios. | ||
- | ordenados del Universo al Ordenador Supremo. Está inspirada en Séneca y San Agustin. | + | La'' quinta vía'' se deduce a partir del '''ordenamiento de las cosas''', que, al no tener conocimiento, - como los cuerpos naturales -actúan por un fin. Este orden y finalidad implica un Ordenador supremo. Esa inteligencia por la que todas las cosas van dirigidas a un fin, la llamamos Dios. De los seres ordenados del Universo al Ordenador Supremo. Está inspirada en Séneca y San Agustin. |
Estas cinco vías, como todo el pensamiento de Santo Tomás son una síntesis de otros filósofos anteriores, pero la originalidad está precisamente en su estructuración para demostrar la existencia de Dios y su principal atributo que es la ''Aseidad'', Dios es la existencia plena, en él se identifica la esencia y la existencia, es la ''Causa Sui'', fundamento de los demás seres, incluido el ser humano. | Estas cinco vías, como todo el pensamiento de Santo Tomás son una síntesis de otros filósofos anteriores, pero la originalidad está precisamente en su estructuración para demostrar la existencia de Dios y su principal atributo que es la ''Aseidad'', Dios es la existencia plena, en él se identifica la esencia y la existencia, es la ''Causa Sui'', fundamento de los demás seres, incluido el ser humano. | ||
Revisión de 08:23 17 nov 2008
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Introducción: las universidades
Las invasiones de los pueblos bárbaros y la caída del Imperio Romano dejan tras sí un desierto tanto físico como espiritual; Europa queda sumida en las tinieblas de la incultura y el barbarismo. Desde la muerte de San Agustín, en el año 430, hasta la época de Carlomagno, a finales del siglo VIII, sólo destacan algunos filósofos importantes en las cortes de los ostrogodos en Italia, y de los visigodos en España. Severino Boecio, que murió en el año 524, fue ministro del rey ostrogodo Teodorico. Tradujo al latín las obras de Lógica de Aristóteles, el Órganon, la Isagoge (Introducción), obra de Lógica de un autor neoplatónico llamado Porfirio; también escribió una interesante obra llamada La consolación de la Filosofía, así como opúsculos como De Sancta Trinitate. A Boecio debemos asimismo la primera definición del concepto de persona humana como “substantia individua rationalis naturae”, (“sustancia individual de naturaleza racional”). Las traducciones y sus escritos lógicos aseguraron la supervivencia de la lógica aristotélica, haciendo de ella un elemento fundamental de toda la cultura y enseñanza medieval. Casiodoro, muerto el 575. Sus obras más importantes son sus cartas, Variae, La Historia de los godos y las Instituciones divinarum et saecularium lectionum, manual muy usado en la Edad Media. San Isidoro de Sevilla, muerto en el 636, autor de las Etimologías, y San Beda el Venerable muerto en 735, autor de una Historia eclesiástica del pueblo inglés.
Toda la cultura medieval hasta el surgimiento de las universidades en el siglo XII, se encuentra en la institución del Monacato. La palabra monje, significa aquella persona que vive sola en oración y penitencia imitando la estancia de Jesús en el desierto antes de su vida pública. Estas personas que se aislaban de la sociedad para alcanzar la perfección o santidad, eran los anacoretas, como San Antonio Abad, San Saturio y otros muchos. La soledad y la penitencia terminaban con la salud física y mental de estos anacoretas, que decidieron vivir en sociedad esos consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia para evitar las tentaciones y enfermedades derivadas de la soledad. Así surge la vida conventual o monacal, con la regla más importante que dio San Benito: “Ora et labora”. A la oración hay que añadir la actividad y el trabajo tanto físico como mental. Los monjes enseñaban a labrar los campos, agricultura, y también a leer y a escribir para poder rezar y cantar los Salmos y las Sagradas Escrituras. De este modo surgen las escuelas monacales donde asisten los niños que serán monjes, los oblatos, pero también los que no van a serlo. A partir de finales del siglo VIII y comienzos del IX, Carlomagno fomentó las escuelas monacales, las internas para los monjes y las externas para los seglares; fundó escuelas episcopales o catedralicias, y escuelas palatinas, siendo la más importante la escuela palatina de Aquisgrán, a la que asistía personalmente, nombrando director de la misma al sabio inglés Alcuino de York.
En estas escuelas se fomenta la filosofía y ciencia medievales. De ahí el nombre de Filosofía escolástica. Poco a poco se fueron desarrollando, destacando con el transcurso del tiempo, la de York, en Inglaterra; la de Fulda en Alemania; las de París, Reims, Tours, Bec, Cluny y Chartres en Francia. París se convirtió en un centro importantísimo de la cultura y de la filosofía europea; ya en el siglo XI había tres escuelas, la de Nuestra Señora, la de Santa Genoveva y la de Saint – Germain des Prés, a las que en el siglo XII se añadió la de San Víctor; de todas ellas surge ya en el siglo XIII la Universidad de París, la Sorbona.
Las universidades, universitas magistrorum et scholarum, son estudios generales, que responden al deseo de universalizar la sabiduría de las diferentes escuelas, como unión de profesores y alumnos. El método pedagógico – didáctico era el de la lectio y la comentatio. El profesor (al igual que el monje en el monasterio) lee las obras de los antiguos filósofos (algunas obras de Platón, como el Timeo; de Aristóteles parte de la Lógica, las traducciones de Boecio de las obras de Porfirio y Aristóteles; algunos escritos de Cicerón, Séneca y [Lucrecio]; las obras de los Padres de la Iglesia, especialmente San Agustín y el Pseudo – Dionisio), y después las comenta. Cada alumno toma sus apuntes, y al final del curso comienzan a aparecer los Manuales – libros hechos a mano – que contienen los temas tratados; así aparecen las Sumas, como la Suma Teológica de Santo Tomás. A lo largo del curso escolar, también tenían lugar las Disputatio, cuestiones problemáticas que se debatían acaloradamente y donde había posiciones enfrentadas o dialécticas, que dieron origen al método escolástico del Sic et non.
Las materias impartidas eran, por un lado, las artes liberales, que comprendían:
- El trivium, triple vía, integrada por la Gramática, Retórica y Dialéctica.
- El quadrivium, la cuádruple vía, integrada por la Aritmética, Geometría, Música y Astronomía,
También estudiaban algo de Cosmología, semejante a las Ciencias de la naturaleza.
En la cúspide de los estudios, estaba la Filosofía, y por último el saber más importante, la Teología, como estudio y conocimiento de Dios era el valor fundamental de la sociedad y de la universidad. Alcanzar el grado de Maestro en Teología, era el título de mayor prestigio.
Periodos de la filosofía Escolástica
La filosofía escolástica tiene a lo largo de la Edad Media tres períodos. El de formación que va desde el siglo IX al siglo XII. El de apogeo que abarca el siglo XIII, donde aparecen los pensadores más importantes como Santo Tomás, San Alberto Magno, San Buenaventura, etc., y el periodo de transición a la filosofía moderna.
Las causas del apogeo de la filosofía escolástica se debieron en una gran parte a la ingente labor de la Escuela de Traductores de Toledo, en la España musulmana, gracias a estas traducciones al árabe y al latín, se conocieron todas las obras de Aristóteles, que en un principio fueron acogidas con recelo. Fue mérito de Santo Tomás de Aquino, el integrarlas en la filosofía cristiana. También fueron muy importantes las universidades que divulgaron y extendieron los conocimientos. Por último el gran impulso de la filosofía y teología medievales, lo dieron las dos órdenes mendicantes dominicos y franciscanos. En su afán de vivir con plenitud la pobreza evangélica, se centraron en el estudio de la filosofía y de la teología; todos los grandes pensadores de esa época son dominicos (S. Tomás) o franciscanos (San Buenaventura).
En los tres periodos de la filosofía escolástica, el tema fundamental de las discusiones, disputatio, y de las Sumas, sigue siendo el tema de Dios, principalmente el problema de la fe y de la razón, de la Teología y de la Filosofía, ya que la filosofía es un medio para profundizar en la fe.
En esta polémica surgen tres posturas:
- Los dialécticos; creen que la fe debe ser analizada y demostrada por la razón, como Juan Escoto Erígena, Berengario de Tours, etc.
- Los antidialécticos, sostienen que la única sabiduría es la que da la fe, y la postura anterior es mero orgullo o soberbia de la razón humana. La filosofía es en todo el sentido de la palabra sierva de la teología Philosophia ancilla Theologiae. Representantes importantes son Lanfranc de París y Pedro Damiano.
- Una postura intermedia es la que sostiene por primera vez en el siglo XI, Gerberto de Aurillac y que continúa Santo Tomás en el siglo XIII. Fe y razón son distintas, son dos caminos que confluyen a un mismo mar de la Verdad. Ambas proceden de Dios, por tanto si la razón funciona bien, no puede llegar a conclusiones opuestas a las de la fe. La Filosofía y la Teología son saberes distintos que se complementan. La Filosofía alcanza algunas verdades de la fe, como la existencia de Dios y la inmortalidad del alma. La Teología, amplía nuestro conocimiento de Dios a través de la Revelación. Por ejemplo, Dios es Trinidad.
En resumen, la Filosofía ayuda a la Teología demostrando algunas de las verdades reveladas, preámbulos de la fe, y viendo la racionalidad de otros misterios de fe, como la Trinidad. Estas verdades no son irracionales sino suprarracionales. Por su parte, la Teología ayuda a la Filosofía, aportando nuevos conceptos filosóficos, como el de creación del mundo o el de la dignidad de la persona humana en el orden moral.
Los Universales
Otro tema importante en las disputatio de los siglos XII y XIII, es el problema de los universales, que consiste en la dificultad de atribuir conceptos universales y abstractos a sujetos concretos y singulares. Este problema surgió al comentar un pasaje de la Isagoge de Porfirio (Introducción) al libro de las Categorías de Aristóteles. El pasaje dice: ”Sobre los géneros y las especies no diré aquí si subsisten o están solamente en el entendimiento, ni en caso de que subsistan, si son corpóreos o incorpóreos, separados de las cosas sensibles o situadas en las mismas expresando sus caracteres uniformes” (Isagoge I).
Con anterioridad a ese siglo, todos los filósofos cristianos, siguiendo a Platón y a San Agustín, afirmaban que los géneros y especies, - por ejemplo cuando afirmo que “el perro es un animal” -, son ideas en la mente divina, de las que Dios se sirve para crear el mundo. Sin embargo, a partir del siglo XII surgen dos posturas antagónicas y dos intermedias:
Anselmo de Aosta y otros autores
A finales del siglo XI y comienzos del XII, destaca la figura de Anselmo de Aosta, arzobispo de Canterbury (1033 – 1109). Sus obras más conocidas son:
- El concepto de Dios es el de un Ser mayor o más perfecto que el cual no se puede pensar.
- Un ser de tal naturaleza, no sólo existe en el pensamiento, ya que si fuera así, aún se podrá pensar en otro ser más perfecto o mayor que además de existir en el pensamiento, existiera también en la realidad, lo cual es contradictorio.
Santo Tomás de Aquino
Santo Tomás de Aquino (1224 – 1274). Sus aportaciones al campo de la filosofía y de la teología son una brillante síntesis de la filosofía anterior. Su mayor acierto fue la incorporación de todo el pensamiento de Aristóteles a la filosofía cristiana, así como el de los cristianos, judíos y musulmanes. Su pensamiento es una lectura obligada de todos los filósofos posteriores desde al final de la Edad Media hasta la actualidad. Su vida fue una respuesta a dos vocaciones o llamadas, una a la vida religiosa como monje dominico, la otra al estudio infatigable y a la enseñanza.
Sus obras más importantes son:
Enlaces externos
- Problemas de Selectividad resueltos
- Santo Tomás: Suma de Teológica (Pensamiento filosófico)
- Santo Tomás: Suma de Teológica (Análisis estructural)
- Santo Tomás: Suma de Teológica (Contexto)
- Conocimiento humano según Santo Tomás
- La existencia de Dios según Santo Tomás
- Qué es el hombre según Santo Tomás de Aquino
- Santo Tomás: relacionar las principales influencias recibidas y la vigencia actual de su pensamiento