Nacionalismo

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Mazzini fue uno de los principales ideólogos del nacionalismo

Junto al liberalismo, el nacionalismo será uno de los factores ideológicos de las diversas oleadas revolucionarias que sacudieron a la Europa de la Restauración tras el Congreso de Viena de 1815.

El nacionalismo es una doctrina surgida a comienzos del siglo XIX, impulsada por el movimiento romántico, cuyos orígenes se remontan a la Revolución Francesa y al Imperio Napoleónico, ya que se basa en el concepto de soberanía nacional frente al derecho dinástico.

El nacionalismo postulaba el derecho de los pueblos a ejercer el poder soberano sobre el territorio en que viven y a defender su independencia. Se creía que las naciones son realidades naturales y que los individuos poseen el sentimiento de identificación con las comunidades en que han nacido y creen compartir unas características culturales comunes, tanto objetivas como subjetivas: lengua, geografía, costumbres, pasado histórico común, raza, religión, destino colectivo o voluntad de vivir en común. Según el principio de las nacionalidades, cada identidad cultural o nación consideraba legítimo poseer un Estado o poder político propio. Los nacionalismos buscaron la constitución de Estados nacionales. Unas veces se trata de un nacionalismo unificador o centrípeto, que busca agrupar en un único Estado a las poblaciones de una misma nacionalidad (caso de Italia y Alemania). Otras, es un nacionalismo disgregador o centrífugo, como en los Estados compuestos por nacionalidades diferentes (caso de los Países Bajos, Imperio Austro-Húngaro o Imperio Turco).

Desde el punto de vista teórico, existieron dos conceptos diferentes de nación: el conservador o alemán y el progresista o latino.

1. El concepto alemán de nación, inspirado en el idealismo romántico de los pensadores Herder y Fichte, la define como una unidad basada en sus raíces históricas diferenciadoras, en la lengua y la raza; la nación era algo vivo que poseía un espíritu propio o alma del pueblo (volkgeist) que se manifestaba a través de signos externos, como la lengua, las historia y las costumbres tradicionales.
2. El concepto latino es más democrático. Inspirado en las ideas de los revolucionarios franceses y del republicano italiano Mazzini, define a la nación como un territorio cuya unidad se basa en “la voluntad de vivir en común”, que se expresa mediante el derecho al sufragio.