La escultura romántica
De Wikillerato
Revisión de 12:39 27 nov 2007
La escultura tuvo en el periodo romántico un desarrollo mucho menor que la pintura. Los escultores nunca renunciaron a la inspiración grecorromana, tanto en iconografía como en formas, y las obras resultaban frías y académicas, carentes de originalidad. Pero a partir de 1810 de manera progresiva se fueron sustituyendo por elementos contemporáneos.
El escultor más importante fue François Rude (1784-1855) a quién se debe como obra maestra el grupo “La partida de los voluntarios en 1792”, relieve conocido popularmente como “La Marsellesa”, que realizó para el Arco de triunfo de La Estrella de París. Al servir de adorno a una obra neoclásica, mostraba ciertos condicionamientos, en el vestuario y en la disposición triangular de los personajes. Sin embargo a través de las diagonales consiguió movimiento y tensión dramática; también existe un efecto pictórico de los claroscuros. Hay ya un claro sentimiento romántico de exaltación de los valores nacionales en esta alegoría del pueblo francés revolucionario, dirigido por el Genio de la Patria, encaminándose a defender la República.
Se hicieron también esculturas de animales -panteras, tigres, etc.- que manifestaban el gusto por el movimiento y la tensión muscular. Eran esculturas decorativas para los interiores burgueses, casi siempre realizadas en bronce. Destacó Barye (1786-1875)
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