Libros de caballerías
De Wikillerato
Como ya se ha visto, este tipo de ficción hunde sus raíces en la Edad Media, pues sus primeras muestras aparecen a finales del siglo XIII o principios del XIV, pero lo curioso es su larguísimo recorrido en la literatura española ya que se prolonga hasta principios del XVII.
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Fuentes
Simplificando mucho, estos textos beben de dos tipos de ficciones diferentes en cuanto a origen y naturaleza:
- Los romans franceses, escritos en verso a fines del siglo XII y prosificados en el siguiente (que a su vez se subdividen en cuatro "materias": la de la Antigüedad, la troyana, la artúrico-caballeresca y la carolingia).
- La tradición hispana caballeresca, representada por obras como el Caballero Zifar, el Tirant lo Blanc y los primeros Amadises.
Caracterísiticas esenciales
- Importan más los hechos que los personajes, que suelen ser arquetípicos y no suelen evolucionar con la acción; es decir, su personalidad es monolítica y no varía a lo largo de la(s) novela(s).
- Estructura abierta: las obras no suelen tener un final definitivo, con lo que se presta a continuaciones. De aquí las creaciones de ciclos, como veremos más adelante.
- Relacionada con la anterior se encuentra ésta: necesidad de hipérbole o exageración, pues cada generación tiene que superar las hazañas, hechos de armas o fama de su padre.
- El motor principal de la historia es la búsqueda de fama y amor.
- Importancia de las diferentes pruebas a que se somete el héroe.
- Idealización del amor del caballero por su dama, herencia del amor cortés e influencia de la naciente novela sentimental.
- Nacimiento extraordinario del héroe: hijo ilegítimo de padres nobles desconocidos, muchas veces reyes, tiene que hacerse héroe, ganar fama y merecer su nombre. A veces goza de la ayuda de algún mago o hechicero amigo.
- Geografía totalmente fantástica: viajes a nuevas tierras, monstruos, pueblos paganos con ritos extraños, elementos (barcos, palacios, lagos) encantados, selvas misteriosas.
- Tiempos históricos remotos, míticos, sin referencias a circunstancias históricas sociales contemporáneas.
- No es raro el recurso al tópico de la falsa traducción (los libros se presentan como traducidos de originales escritos en griego, alemán, inglés, toscano, árabe u otras lenguas) o al del manuscrito encontrado después de largo tiempo oculto o enterrado.
Los ciclos
Como se ha dicho en el epígrafe anterior, la estructura abierta de este tipo de obras permitió el que se crearán verdaderos ciclos:
- Ciclo de Amadís de Gaula.
- Ciclo de Belianís de Grecia.
- Ciclo de Clarián de Landanís.
- Ciclo de la Demanda del Santo Grial.
- Ciclo de Espejo de caballerías.
- Ciclo de Espejo de príncipes y caballeros (El caballero del Febo).
- Ciclo de Felixmagno.
- Ciclo de Florambel de Lucea (Francisco de Enciso Zárate).
- Ciclo de Florando de Inglaterra.
- Ciclo de Floriseo.
- Ciclo de Lepolemo o el Caballero de la Cruz.
- Ciclo de Morgante (Traductor [autor]: Jerónimo Aunés).
- Palmerín de Inglaterra (Traductor [autor]: Miguel Ferrel).
- Ciclo de Palmerín de Olivia.
- Ciclo de Renaldos de Montalbán.
- Ciclo de Tristán de Leonís.
Libros sueltos
Pero no todos los libros de caballerías se agrupan. Son los que se catalogan como "libros sueltos":
- Arderique (el bachiller Juan de Molina).
- Crónica del caballero Cifar.
- Cirongilio de Tracia (Bernardo de Vargas).
- Claribalte (Gonzalo Fernández de Oviedo).
- Cristalián de España (Beatriz Bernal).
- Febo el troyano (Esteban Corbera).
- Felixmarte de Hircania (Melchor Ortega).
- Florindo (Fernando Basurto).
- Guarino Mesquino.
- Lidamor de Escocia (Juan de Córdoba).
- Olivante de Laura (Antonio de Torquemada).
- Oliveros de Castilla.
- Philesbián de Candaria.
- Policisne de Boecia (Juan de Silva y de Toledo).
- Polindo.
- Tirante el Blanco.
- Valerián de Hungría (Dionís Clemente).