El camino hacia la guerra. La política de alianzas.
De Wikillerato
El asesinato del archiduque heredero de Austria en Sarajevo, el 28 de junio de 1914, fue la chispa que hizo estallar la Primera Guerra Mundial (1914-1918), también conocida como la Gran Guerra. Fue un conflicto armado localizado primero en Europa que con rapidez se extendió por todo el mundo y se convirtió en el más sangriento de la historia hasta entonces.
Las causas de la guerra hay que buscarlas en las tensiones existentes entre las grandes potencias europeas a fines del siglo XIX. Por una parte, rivalidades coloniales entre las dos principales. Gran Bretaña dominaba el mundo gracias a su vasto y poblado imperio que se extendía por los cinco continentes y al poderío de su flota que le permitía mantener bases estratégicas en todos los océanos. Francia, con un imperio más pequeño, rivalizaba con ella en África del Norte y en Asia, continentes colonizados en su mayor parte por los europeos. Ambas vieron con recelo las aspiraciones en África de Alemania, recién llegada al reparto colonial, igual que Italia, enfrentada a Francia por Túnez. En Asia central (Persia y Afganistán), Gran Bretaña entró en conflicto con el Imperio ruso, que controlaba un vasto territorio continuo que se extendía por Siberia hasta el Pacífico.
También surgieron rivalidades económicas nuevas entre los Estados capitalistas. La potencia comercial y financiera de Inglaterra permanecía intacta pero su industria mostraba cierto retraso frente a la ascensión espectacular de Alemania que se convirtió en la segunda potencia industrial del mundo, tras los Estados Unidos. Su desarrollo económico inquietaba a Inglaterra, que veía amenazada su hegemonía. Además Alemania se había provisto de una potente marina de guerra, dirigida por el almirante von Tirpitz, que necesitaba para su expansión colonial pero que era un desafío para la hegemonía naval inglesa.
Pero serán los nacionalismos los problemas más graves para el equilibrio europeo. El Imperio Austro-húngaro era un estado multinacional agitado por las reivindicaciones de las minorías (checos, eslovacos, eslavos); Italia reivindicaba las llamadas provincias irredentas (Istria y Trento). Francia estaba dolida por la pérdida de Alsacia y Lorena en 1871 tras ser derrotada en la guerra franco-prusiana; quería vengarse de Alemania y recuperarlas a toda costa.
El mayor problema estaba sin duda en los Balcanes, que eran un foco de insurrección permanente. Pequeñas naciones (Serbia, Grecia, Montenegro, Rumanía y Bulgaria) que se habían liberado del Imperio turco en franca decadencia (el enfermo de Europa) se disputaban la hegemonía en la península. El asunto se complicaba por las ambiciones expansivas de Austria y Rusia a costa de Turquía; ambas querían hacerse con los Estrechos y Estambul, lo que llevó a una rivalidad entre ellas. Además el Imperio ruso aparecía como protector y aliado de los pueblos eslavos y ortodoxos de los Balcanes, especialmente de Serbia, lo que molestaba a los austriacos porque este país encabezaba la rebelión de los eslavos dentro de Austria-Hungría.
Por otra parte, con la subida al trono del emperador Guillermo II, se produjo la dimisión del canciller Bismarck en 1890, lo que supuso una transformación del complejo sistema de alianzas que éste había construido y que habían asegurado la paz en Europa durante veinte años.
Bismarck, cuyo objetivo era el aislamiento de Francia, había conseguido la formación de un bloque de países aliados de Alemania al firmar una alianza defensiva con Austria-Hungría (1879) a la que se unió Italia en 1882 formándose la Triple Alianza.
Firmó con Rusia un tratado de reaseguro, por el que ambas potencias se comprometían a la neutralidad en caso de guerra defensiva. El sistema se completó con los acuerdos mediterráneos que firmaron Inglaterra e Italia en 1887 frente al expansionismo colonial francés en el norte de África, a los que más tarde se adhirieron España y Austria.
Guillermo II, empeñado en una política de expansión colonial y hegemonía alemana -la Weltpolitik- no renovó el tratado de reaseguro con Rusia, pieza clave del sistema bismarckiano, y se negó a concederle préstamos. Rusia, irritada con los alemanes, se acercó a Francia, que, deseosa de salir de su aislamiento diplomático, se los dio, firmándose una alianza entre ambas en 1892. Preocupadas por el ascenso alemán, Francia e Inglaterra se unieron en la Entente Cordiale (1904), poniendo fin a sus roces coloniales y saliendo Gran Bretaña de su espléndido aislamiento. En 1907 los ingleses firmaron un acuerdo con Rusia tras resolver sus problemas en Asia Central, punto de partida de un acuerdo entre los tres países que hacia 1908 tomó el nombre de Triple Entente.
Así se habían formado dos bloques en Europa: la Triple Alianza (el Imperio alemán, el Imperio Austro-húngaro e Italia) y la Triple Entente (Gran Bretaña, Francia y Rusia).
Estas alianzas exacerbaron las tensiones existentes entre los países europeos. La opinión pública se habituó a un clima de tensión internacional limitado pero permanente; cada país se sentía amenazado. El miedo les llevó a una auténtica y acelerada carrera de armamentos. Es el periodo de la Paz Armada (1908- 1914).
En vísperas de la Primera Guerra Mundial hubo cuatro crisis internacionales que estuvieron a punto de provocar un conflicto mundial. Marruecos y los Balcanes fueron el teatro de los enfrentamientos:
1ª crisis marroquí (1905): provocada por la creación del protectorado francés sobre Marruecos y los intentos expansionistas de Guillermo II. El kaiser se declaró en Tánger defensor de la independencia marroquí. El conflicto terminó con la retirada alemana y la Conferencia de Algeciras (1906) que declaró Marruecos bajo protección franco- española, Inglaterra apoyó a Francia y Alemania quedó aislada.
1ª crisis balcánica (1908): el Imperio austriaco aprovechó la revolución de los Jóvenes Turcos para anexionarse Bosnia-Herzegovina, reivindicada por Serbia que quería lograr la unión de los pueblos eslavos balcánicos. Rusia se vio obligada a ceder esperando el desquite, igual que los italianos.
2ª crisis marroquí (1911): Alemania acusó a Francia de no cumplir los acuerdos de Algeciras al instalar un ejército en Fez. El kaiser envió un buque de guerra a Agadir y pid el Congo. El incidente concluyó con la retirada de Alemania de Marruecos a cambio de que Francia cediera parte del Congo como compensación, con apoyo inglés.
2ª crisis balcánica (1912): surgió la Liga Balcánica (Bulgaria, Serbia, Rumania, Grecia y Montenegro) que apoyada por Rusia, declaró la guerra a Turquía que salió derrotada perdiendo todas sus posesiones en Europa salvo Estambul. Serbia se consolidó como el principal estado de la zona, lo que asustó al Imperio Austro-húngaro. Posteriormente por el reparto hubo una guerra entre todos los países de la Liga contra Bulgaria que perdió. El arbitraje de las grandes potencias permitió la creación de una Albania independiente bajo protección austriaca (para evitar que Serbia tuviera salida al mar).
La última y definitiva crisis es la de julio de 1914, origen de la Primera Guerra Mundial.
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