Disputa del cuerpo y del ánima
De Wikillerato
Después de la primera hora pasada
en el mes de enero la noche primera
quatroçientos e veynt, entrante la era
Así comienza la Disputa del cuerpo y del ánima, con lo que la cuestión de la datación se ve resuelta: a no ser que se trate de una ficción literaria, el poema se escribió en el año 1382.
La transmisión del texto es algo complicada, pues se nos han conservado tres copias.
La primera, conocida como P1 se compone de quince coplas de arte mayor. La segunda, conocida com P2 y muy parecida a la anterior, tiene diecisiete. La tercera, conocida como E, veinticinco. Se la suele considerar una refundición ampliada del debate y es la que, propiamente, se denomina Revelación de un ermitaño.
Por lo que toca a las fuentes, parece que la principal es la Visión de Filiberto. Como en ésta, la enseñanza es desoladora: tanto el cuerpo como el alma son culpables de la condena eterna. No obstante, el autor de la Revelación modificó el final para ofrecer un rayo de esperanza al auditorio:
El ángel de Dios que esto veía,
fue contra el malo muy ayrado
e dixo: Diablo, sey ya pagado
de quánto mal de día en día.
Pues te atreves con grande osadía
de mí tú yrás mal baratado:
aun que te pese a mal de tu grado
aquesta ánima será toda mía.
Por lo que respecta a la estructura, creo que lo más lógico es tratarlas como dos obras diferentes.
Así pues, la conocida como Disputa del cuerpo y del ánima (versiones P1 y P2) presenta la siguiente:
1. Introducción en la que el autor-narrador cuenta las circunstancias del sueño (versos 1-8).
2. La visión (versos 9-133). En la que distinguiremos las siguientes subdivisiones:
2a. Introducción al debate (versos 9-21).
2b. Disputa alternativa entre los dos oponentes (versos 21-120). Como en otros textos de este género, se incluye el motivo del ubi sunt?.
2c. Aparición del diablo (descrito de forma mucho más somera que en la Visión de Filiberto que se lleva el alma (versos 121-133).
3. Conclusión (versos 134-136): despertar del autor-narrador. No hay, al contrario que en la Visión de Filiberto) discurso moral.
La estructura de la Revelación de un ermitaño sería:
1. Introducción en la que el autor-narrador cuenta las circunstancias del sueño (versos 1-5).
2. La visión (versos 6-200). En la que distinguiremos las siguientes subdivisiones:
2a. Introducción al debate (versos 6-21).
2b. Disputa alternativa entre los dos oponentes (21-88). Aquí me ha llamado la atención el verso 24: Yo en el infierno vivo con dolor (la negrita, claro, es mía) porque lo habitual y lógico es que esté en futuro: se supone que la sentencia se dará al final del debate.
2c. Aparición del diablo para llevarse el alma (89-96).
2d. El ángel reclama el alma y se la lleva (97-104).
2e. Amonestación del alma al mundo (105-168) y al hombre (169-200). Aquí, como en la Visión de Filiberto, sí hay discurso moral, pero no se pone en boca del visionario.
Como salta a la vista, los dos últimos apartados, que ocupan la mitad del poema, es la parte más original de esta refundición ampliada.
Un estudio más completo en Enzo Franchini. Los debates literarios en la Edad Media. Madrid, Ediciones del Laberinto, 2001, pp. 133-149.
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