Tractado del cuerpo e de la ánima
De Wikillerato
Escrito en el siglo XV, este poema es el último creado en la Edad Media sobre este tema. No obstante, presenta una serie de rasgos propios:
- Con sus 344 versos (agrupados en cuarenta y tres octavas de arte mayor) es bastante más largo que sus congéneres.
- No conecta directamente con las demás obras de la tradición.
- Por primera vez conocemos -al menos- el nombre de su autor.
El texto se nos ha conservado en dos pliegos sueltos de finales del siglo XV y principios del XVI, respectivamente, y ambos coinciden al señalar el nombre del autor: Anton de Meta y anton lopez de meta, de quien -por cierto- no sabemos nada.
Como ya se ha dicho, el Tractado ocupa un puesto aparte en la serie de disputas entre el cuerpo y el ánima, ya que no guarda ninguna relación directa ni con Un samedi par nuit, punto de partida de la Disputa del alma y el cuerpo, ni con la Visio Philiberti, de donde proviene la Visión de Filiberto, que -a su vez- sirve de inspiración para la Disputa del cuerpo y del ánima (Revelación de un ermitaño). Aunque hay rasgos que, según mi opinión, podrían demostrar que el autor sí conocía -al menos- estas dos últimas obras. Veamos algunos:
A. Tanto en la Visón de Filiberto como en el Tractado se hace mención al abandono del cadáver por parte de los parientes:
A1. Carne mesquina, ¿piensas tú agora que a ninguno d´estos tus herederos dúrase mucho la tristeza et el llorar? Non lo cuydes, ca sabe por çierto que nin tu muger nin tus fijos, nin ninguno de tus amigos, non darán dos heredades, nin vna de las mejores que les tú dexaste porque enfermaste, a ty e a mí para que nosostros somos apartados de en medio déllos saliésemos del mal lugar ynfernal en que por ellos caímos e de las penas ynfernales muy crueles en que auemos de padecer.
A2. O carne mesquina (...)
Uéote que eres ya abhorrecida
de padre y madre, muger y hermanos.
Tus fijos, parientes, amigos cercanos
aquí te han lançado ya medio podrida.
Por lo que respecta a la estructura, el texto se puede dividir en seis segmentos:
- Introducción del marco visionario (versos 1-12).
- Primera intervención del alma (versos 13-104).
- Respuesta del cuerpo (versos 105-208).
- Segunda intervención del alma (versos 209-280).
- Sentencia traída por el ángel y aparición del diablo (versos 281-320).
- Vuelta al marco visionario y conclusión del narrador (versos 321-344).
Un estudio más detallado en Enzo Franchini. Los debates literarios en la Edad Media. Madrid, Ediciones del Laberinto, 2001, pp. 151-167.
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